Mis primeros años:
Recuerdo cuando aún era muy niño, sentía que la vida era como un sueño, ya que no lograba recordar las cosas que sucedían y algunas de ellas me parecían que ya las había vivido antes, por lo que el día que cumplí 5 años de edad. Me propuse recordarlo con una asociación de ideas, y cuando iba en el carro familiar (antes las familias tenían un solo carro) a una casa de campo que mi Padre había comprado en el Municipio de San Nicolás, al ir por la Ave. Bernardo Reyes, y al pasar por la Escuela Primaria Gral. Plutarco Elías Calles, me propuse recordar: hoy cumplo 5 años de edad, y me estoy acordando de esto.


Lo que recuerdo de mi infancia es que: me preocupaba cuándo sería el día en que pudiera abrochar mis propios zapatos y además, poder ver el reloj y con sólo verlo, saber que hora era (antes no había relojes digitales; sólo de manecillas y algunos relojes no tenían números, sólo rayitas). Yo sabía que era sólo cuestión de tiempo y que finalmente lo iba a poder lograr, sólo que no sabía cuándo.

Datos curiosos de esa época en Monterrey:

Me tocó levantar el teléfono y hablar con la operadora para pedir me comunicara con un número determinado, y la operadora me comunicaba, o bien, me decía que estaba ocupada la línea y que llamara más tarde, y si la llamada era urgente, le podía uno pedir a la operadora que interviniera la conversación del teléfono al que nos queríamos comunicar para pedirle que colgara. (el número de mi casa paterna era el 1298 para luego, en el año de 1952 pasar a 3-1298 ya con marcación de disco, en el año de 1967 paso a ser 43-1298 con marcación digital, hasta llegar a ser de ocho números en el año 2000, como es actualmente)

Cuando era niño, no existía la televisión, la cual llegó hasta el año de 1955 en blanco y negro y sólo programas pregrabados de 4:00 p.m. a 10:00 p.m. y tenías que ajustar el televisor cada vez que lo encendías y se tardaba mucho en encender, al igual que los radios, ya que eran de “bulbos” que necesitaban calentarse para funcionar bien.