viernes, 18 de junio de 2010

Mi hija Vero:
Mi hija Verónica, nacida el 30 de Julio de 1975 en Monterrey, estudió Lic. En Diseño Gráfico en la UDEM, trabaja actualmente en una Agencia de Head Hunters como Asociada y está casada desde el 2004 con el Ing. Rubén García Villarreal quien se dedica a la implementación de programas de software, y viven en Monterrey.

Detalles del nacimiento de Verónica, mi segunda hija:

Cuando nació mi hija Verónica ya vivíamos en Monterrey y recién estaba inaugurado el Hospital San José y en pleno verano, todavía no funcionaba el aire acondicionado, por lo que el calor estaba a la orden del día.

Desde que el Ginecólogo anunció que la fecha probable del parto sería a principios de agosto, yo siempre le dije en broma que sería el 30 de Julio, y así en cada visita mensual era la misma historia, hasta que en la última visita antes del parto, el Ginecólogo me dijo que su pronóstico de fecha de nacimiento era correcto: principios de agosto.

En aquel entonces yo trabajaba en una empresa agropecuaria, y cuando iba de visita al rancho, normalmente me quedaba todo el día y ahí me quedaba a comer, así que ese día, antes de salir, le dije a Tuly: me voy al rancho todo el día o me quedo en casa para llevarte al hospital, a lo que me respondió muy convencida que el Ginecólogo le había dicho que el parto iba a ser a principios de agosto y que me podía ir sin cuidado ni pendiente al rancho.

De camino al rancho que se encontraba en Escobedo, N. L. al estar en un crucero esperando mi luz verde para avanzar, al carro que estaba atrás del mío le dieron un pequeño golpe que también alcanzó al mío, por lo que mientras llegó tránsito y los ajustadores de las compañías de seguros y llevé el carro a la agencia para que lo repararon, llegó mediodía así que me regresé a la casa y al llegar le dije a Tuly: vengo por ti para llevarte a la maternidad, a lo que me respondió: que bueno que llegaste porque sí quiero que me lleves al hospital.

El nacimiento fue a media tarde y hasta después del nacimiento, me preguntó que porqué había regresado temprano del rancho, y ahí fue donde le conté del pequeño choque que había tenido.

En esta ocasión, cuando me llevaron a mi hija Verónica para que la conociera, ya me consideraba un experto en cargar bebes y no tuve ningún problema para cargarla.

Por supuesto que, como el nacimiento anterior, no conocimos el sexo del bebé hasta que nació.

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